Monday, March 28, 2005

El temperamento


Las primeras exploraciones polifónicas se hicieron en la edad media. Pero a finales de esta, lo nuevo es el temperamento. J. S. Bach es quien trabajó en la elaboración de este. Se trata de una igualación de intervalos de las escalas de la tonalidad de las diferentes notas musicales, a partir de la invención de los diferentes instrumentos de teclado como el órgano, el clavecín y el piano.

Este temperamento, en compañía de la escritura musical terminó por ser una especie de homogenización que durante alrededor de cuatro siglos se adueña del lenguaje musical. La “modalidad” antigua, que era un fenómeno acústico, pero también estético, un reflejo del ethos que cada pueblo en particular puede tener, dejo de desarrollarse.

La tonalidad, el temperamento, dictó sus leyes categóricas. Posiblemente limitó y reprimió el desarrollo de la música modal, pero solo así fue como este tipo de música se pudo explorar a conciencia por el individuo que fue echado a andar en el renacimiento. Hay que aclarar que en este individuo o individuos no rompieron su lazo con Dios, muy al contrario, estos músicos, estuvieron en gran medida apegados a la religión, y más que explorar nuevos caminos, lo que hicieron fue perfeccionar el sistema y lenguaje musical. Me refiero a compositores como Bach o Haendel.

Las leyes de la tonalidad, son reglas para estabilizar. Para dominar estas reglas es necesario conocerlas, pero pocos son los conocedores de estas reglas. Las leyes musicales como esta del temperamento están ocultas para los profanos.

Se acentua una nueva ruptura: la separación una música que es dirigida a Dios y otra a la humanidad, donde cada una búsa de ejercer su dominio sobre la otra.

Los músicos clásicos son ahora los que dictan las reglas, el culto a la individualidad será el signo de este tiempo. Anteriormente la música se hacía de manera colectiva en los coros, y donde, por ejemplo no era reconocido el director ni el compositor, ni mucho menos el cantante. Pero a partir del Renacimiento serán conocidos los individuos, los compositores, los cantantes, los instrumentistas. La música será utilizada como medio de expresión personal, a las composiciones se les dará un acento más humano y las nuevas formas musicales como el concierto pondrán en relieve el virtuosismo del ejecutante. Conoceremos nombres de grandes compositor como el clásico por excelencia y virtuoso Wolfgang Amadeus Mozart o la pasión y el romanticismo y exaltación de lo humano de Ludwing Van Beethoven y nombres de ejecutantes de instrumento virtuosos como el del violinista Nicolo Paganini o el pianista Federico Chopin.

La Imprenta.

Su invención en 1450 por Guttenberg, tuvo grandes repercusiones. En la reforma protestante, la imprenta jugó un papel fundamental, recordemos que es la “Biblia” el primer libro que se imprimió a gran escala y que por esto se difunden rápidamente los textos de la reforma calvinista. Por supuesto que la imprenta acarreó cambios en la música, pues es justamente a partir de esta que se fija el lenguaje y escritura musical, que hasta nuestros días es hasta cierto punto único, en comparación con las otras artes. Hay que anotar sin embargo que esto no sucedió si no hasta después de haber la escritura musical por toda una serie de modificaciones que va desde la escritura neumática, pasando por lo mensural en las notas y culminando en el pentagrama y los signos de Petrucci.

Este fenómeno de la escritura impresa conllevó una serie de giros en la música. Con la escritura musical, el canto gregoriano pierde su frescura., ya que no es posible escribir en el pentagrama una serie de adornos propios de este canto.

Del Renacimiento a la modernidad.

El renacimiento es una sublevación de las restricciones y las reglas impuestas por la religión, el cristianismo. Hay un giro hacia las culturas clásicas: Grecia y Roma. Una especie de resurrección de la antigüedad, con su paganismo, sensualidad, realismo y color.

Nace el humanismo, que busca que el individuo disfrute al máximo su existencia. Se rechaza lo sobrenatural y se confía en la razón, en la ciencia y la democracia. El humanismo es una reacción contra los siglos de dominación del pensamiento teológico. Ahora el centro de atención es el hombre mismo. Lo teológico pasa a ser secundario.

Pero esta revolución social, cultural y de pensamiento de grandes dimensiones, no se dio por sí solo. Para que sucediera, intervinieron varios factores. Por un lado los nuevos descubrimientos geográficos, cambiaron físicamente la estructura de la conformación de las naciones. Los mapas se modificaron. Los colonialismos hicieron que se erigieran nuevas potencias como España o Inglaterra; y hubo mayor auge económico debido a la explotación de los recursos naturales y minerales de las nuevas colonias.

Con la caída del imperio Romano y el nacimiento de las nuevas naciones, el lenguaje popular avanza, en detrimento del latín. Surge un nuevo sentimiento , el “nacionalismo”; además de que los avances en ciencia y tecnología, como por ejemplo en la astronomía, o el invento de la imprenta, revolucionan la cosmovisión establecida por la religión.